Se basa en un conjunto de tablas tasadas de indemnización que establece las cuantías económicas para reparar los daños y perjuicios personales derivados de accidentes de circulación (fallecimiento y lesiones), lo que agiliza la tramitación de los siniestros y una rápida respuesta de indemnización hacia los perjudicados.
La nueva Ley 35/2015 de 22 de septiembre, actualiza un sistema de más de 20 años, que lleva vigente desde 1995, y ha permitido que las aseguradoras hayan desembolsado un total de 49.600 millones de euros para indemnizar a un total de 9,2 millones de víctimas de accidentes de tráfico, lo que equivale a más de 6 millones de euros al día.